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EL ALFAJOR ARGENTINO ELEGIDO POR TASTE ATLAS

Taste Atlas, una especie de Google Maps de la comida, un nuevo mapa interactivo donde se descubren los platos de cada país, pero también en algunos casos la receta y los restaurantes mejor puntuados donde comerlos. Sus creadores afirman que aparece esta nueva plataforma después de tres años de duro trabajo, y es que sorprende su nivel de detalle. No solo estamos hablando de pasta y sushi, tacos o pizza. ¿Sabes por ejemplo que el Ladob es un plato típico de Seychelles? ¿O que el Touton son unas tortitas canadienses? Como estas, decenas de curiosidades, ubicadas en el mapa, se pueden descubrir navegando sobre él. Y esta vez Taste Atlas eligió el alfajor argentino como la segunda mejor “cookie” del mundo.

De chocolate blanco o chocolate negro, con dulce de leche o con frutas, simple o triple… Los alfajores en Argentina vienen en miles de formas y sabores, y hasta se podría decir que hay uno especial para cada persona. A nivel país, es una de las golosinas preferidas y, ahora, también lo es a nivel internacional. Un reconocido portal gastronómico consideró al alfajor como la segunda mejor “cookie” (galletita) del mundo, solo por detrás de un dulce argelino.

El sitio Taste Atlas describió al alfajor como “un sándwich que consiste en dos galletas dulces redondas y desmenuzables con un relleno de dulce de leche o mermelada entre ellas. Luego, la combinación se cubre con una capa de chocolate o se espolvorea con azúcar glaseada”.

HISTORIA DEL ALFAJOR ARGENTINO

Aunque las galletas se pueden encontrar en toda América Latina, son originarias de Andalucía, España. Cuando los españoles llegaron a América, trajeron sus alimentos y tradiciones en el camino, y con el tiempo, casi todos los países de América Latina han adaptado el alfajor español para hacerlo propio”. Una de las historias cuenta la de Augusto Chammás, un químico francés que llegó a la Argentina a mediados del siglo XIX e inauguró una pequeña industria familiar en una provincia de Argentina, Córdoba, y que se dedicó a la confección de dulces y confituras. Este hombre modificó el formato del alfajor : era cuadrado y lo volvió redondo. Tambien se cuenta que el alfajor argentino proviene del postre andaluz del mismo nombre, que emigró a esta tierra en el siglo XIX y que se sigue fabricando aunque con características bien diferentes ya que el dulce de leche no tiene tanta entidad del otro lado del Atlántico. Sin embargo, antes de llegar a España, ya se consumía en Arabia hace unos 700 años, donde se le llamaba al-hasú (el relleno). La palabra al-hasú fue mutando hasta convertirse en alfajor y finalmente llegó a la Argentina donde se combinó la fórmula árabe con el chocolate mesoamericano y el dulce de leche argentino. Por lo que “El alfajor (actual) es un primo del alfajor andaluz que a su vez éstos heredan de los árabes», cuenta el escritor Jorge D´Agostini en su libro “Alfajor argentino, historia de un ícono”. Es importante el contexto histórico: desde el año 700 al 1400 se dio la conquista musulmana de la península ibérica. Los árabes influenciaron a toda Europa con sus dulces, su poesía y su arquitectura. «Cuando llega a la Argentina, la receta se transforma totalmente: el dulce de leche no existía en España. Ellos comían una masa tipo mazapán que se come en las Navidades”, detalla D´Agostini. 

Hoy en día en Argentina existe una enorme industria del alfajorDesde que se incrementó su demanda, las más grandes marcas alimenticias han dedicado una buena parte de su producción a este postre. “El alfajor está en el ADN de los argentinos, podría estar a nivel del tango o del asado, y yo en mi libro propongo declararlo como patrimonio nacional. Cuando un argentino se instala o viaja al exterior, trata de instalar su gastronomía. En España hay una marca que está ganando mucho terreno y el caso de Havanna cabe destacarse: se está vendiendo en muchos países”, explica D´Agostini.

EL ALFAJOR EN LA REGION

En CHILE existe una variedad similar al alfajor argentino, con tapas delgadas y dulce de leche en abundancia. También están los chilenitos (versiones más pequeñas y con otro tipo de masa) y los empolvados, que llevan azúcar impalpable por encima.

URUGUAY tambien lo tiene como un producto popular. Y hay una variedad que una influencer -Paulina Cocina-  reclama a la industria: el Punta Ballena que tiene una capa de merengue entre medio de dos capas de dulce de leche.

En MÉXICO también existe. Es un dulce a base de azúcar, coco y leche. En la zona de Colima, el alfajor es una pasta de dulce de fruta con bizcocho, huevo y almendras. En Guerrero, es un dulce cuadrado de coco rallado que se cuece en miel de azúcar, y que usualmente se llama cocada. En Mérida, es un dulce horneado en forma de rombo elaborado con masa de pan de manteca, pinole colorado, miel de abeja y agua. 

En VENEZUELA, NICARAGUA y HONDURAS, es una pasta elaborada de jengibre, piña y harina de maíz o de yuca. Por su parte, en COLOMBIA es una golosina hecha con galletas de mantequilla rellenas de arequipe y en los bordes coco rallado o trocitos de maní, muy parecido a los peruanos.

En resúmen, el ranking ya había ubicado a los alfajores en listas anteriores, pero nunca entre los primeros puestos. Allí están ahora los típicos makroud el louse de Argelia, que son galletas sin harina que consisten en almendras, huevos, azúcar y un saborizante de agua de azahar.

En Argentina se dice que los mejores lugares para comer alfajores son: Mardel Plata, en que la marca marplatense HAVANNA se quedó con el primer lugar, mientras que en Buenos Aires los del CAFÉ TORTONI y en Santa Fé los Alfajores Santafesinos MERENGO completaron el podio.

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