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EL GRAN APAGÓN Y LA PANADERÍA

El portal español PAN DE CALIDAD publicó una nota –que reproducimos- de lo sucedido a fines de abril con el gran apagón de electricidad y como afectó a las panaderías de esos países. Dice: El 28 de abril de 2025 España y Portugal experimentaron el apagón eléctrico más grave de su historia reciente, afectando también a Andorra y partes del sur de Francia. El corte de energía comenzó a mediodía del 28 y se debió a una pérdida súbita de 15 gigavatios en cinco segundos equivalente al 60% de la demanda eléctrica. Al principio se desconocían las causas exactas que originaron la situación, aunque se barajaban hipótesis como oscilaciones de potencia o fenómenos atmosféricos inusuales. Finalmente se admitió que una generación excesiva de energías renovables que son las que se renuevan de forma natural, como el sol, el viento, el agua y la biomasa, habian impactado en el sistema produciendo una saturación que produjo la situación.

El apagón afectó gravemente a muchas panaderías en España, especialmente las que dependen de hornos eléctricos, cámaras de fermentación y sistemas automatizados. Localidades como Alcázar de San Juan la interrupción del suministro se prolongó durante 18 horas y produjo una paralización en la producción de pan y otros productos. Entre los impactos más comunes que se vivieron tenemos que sin electricidad, los hornos no han podido funcionar, lo que impidió la cocción del pan. En otros casos, la fermentación se ha visto interrumpida en muchas masas ya preparadas o se han dado que algunos establecimientos tuvieron que descartar lotes completos de masa de corte en la cadena de frío. Por último, las panaderías que dependen del TPV electrónicos no pudieron cobrar a menos que contaran con métodos manuales o pagos en efectivo.

Los fabricantes alimentarios españoles recobraron la normalidad de forma paulatina. La principal patronal sectorial, FIAB, en principio no cuantificó los daños causados por el apagón, aunque constató que algunas empresas sufrieron la paralización de sus cadenas de producción, así como la pérdida de productos que necesitaban de conexión eléctrica para su tratamiento y conservación. “El sector fué paulatinamente recuperando la normalidad, garantizando la calidad y seguridad de todos sus productos”, se afirmó desde FIAB.

El suministro de energía había llegado de forma progresiva a lo largo de la noche y de la madrugada del dia siguiente y aunque paulatinamente todo recobró la normalidad en algunos negocios sufrió las consecuencias del apagón.

El sector panadero volvió a dar una lección de civismo y responsabilidad y poco a poco la normalidad se adueñó en el sector con la entrega de un producto de primera necesidad como es el pan.