El IES PABLO SARASATE es un Instituto Público de Educación Secundaria situado en la localidad de Lodosa (Navarra) que brinda educación de calidad ofreciendo al alumnado una formación personalizada e integral con medios innovadores e incorporando las innovaciones pedagógicas y los avances tecnológicos como instrumentos de mejora. Como parte de la formación decidieron hacer conocer a sus alumnos del sector de panificación el HORNO ARGUIÑANO de Logroño, propiedad del destacado Eduardo Villar. Y lo decidieron pues ellos saben que es un obrador que se fundó con el fin de volver al origen de las panaderías de antes y en el que diariamente se elabora y se vende el producto en el mismo establecimiento,
que allí se elaboran más de 30 clases de pan y que colaboran con los centros tecnológicos agroalimentarios como el del Centro Tecnológico Agroalimentario de Nájera (CTIC-CITA), el Centro Tecnológico de Investigación del Champiñón de La Rioja (CTICH) y el Centro Nacional de Tecnología y Seguridad Alimentaria de San Adrián (CNTA), con los que trabaja para el análisis de sus distintos panes, con el fin de mejorar las recetas y garantizar la calidad, para dar el mejor servicio a su clientela. Horno Arguiñano posee el sello de Artesanía de La Rioja y un sello de Comercio Excelente, junto con el premio a la trayectoria empresarial agroalimentaria en los IV Premios “La Rioja Capital”. Luego de haber compartido una jornada de trabajo en el obrador con el alumnado de UCE se les ha enseñado a elaborar Stollen (Alemán) Panettone (Italiano) y diferentes turrones y les dieron a probar roscón de navidad. Tuvieron explicaciones acerca de la dificultad de elaborar el pan y muchas curiosidades y la importancia de la panadería artesana. Los alumnos participantes y sus profesores muy satisfechos por la gran jornada vivida en el obrador. Eduardo Villar por su parte expresó: “Horno Arguiñano, socio de ARFEPPAN, sigue en su línea de colaboración con las escuelas públicas de cocina y panadería para la incorporación en el sector de nuevos profesionales. La panadería se siente, se huele, se toca y se saborea, por eso siempre es un placer recibir a estudiantes de cocina y de panadería para mostrarles nuestro trabajo y así contribuir a su aprendizaje.”