El DÍA NACIONAL DEL PANADERO ARGENTINO se conmemora cada 4 de agosto en la Argentina,en recuerdo a la fundación de la Sociedad Cosmopolita de Resistencia y Colocación de Obreros Panaderos. Esta agrupación fue el primer sindicato en el país en reunir a los trabajadores de este sector con el objetivo de alcanzar mejores condiciones laborales, salarios dignos y reconocimiento de sus derechos. La historia de la panadería argentina está muy ligada a la inmigración italiana de fines del siglo XIX. Sin embargo, como sucede con muchas influencias culinarias, su desarrollo en el país adquirió una impronta propia gracias a los productos y los gustos locales. En todos los barrios de las ciudades argentinas hay al menos una panadería y cada vecino tiene su preferida.
Los domingos son los días de mayores ventas, ya que se compran biscochos dulces para el café o el mate de la mañana y también pan para el asado o las pastas del mediodía. Una interesante nota del diario LA NACION explica por qué se celebra este 4 de Agosto en la Argentina, y cómo surgió la efeméride. Fue un movimiento anarquista liderado por dos italianos el que dio origen a la primera sociedad que luchó por los derechos de este sector en el país, y la nota agrega el detalle curioso que hasta hoy en día alcanza a las masas y las facturas. La ideología impulsada por sus creadores es la que luego llevaría a los panaderos a nombrar a sus facturas de distintas maneras, siempre bajo un significado curioso que posee un sentido crítico de la sociedad y de distintos sectores.
LA HISTORIA DEL DÍA DEL PANADERO
Hacia finales del siglo XIX, en Argentina el sector panadero contaba con jornadas laborales extensas, que superaban las 10 horas de trabajo diarias. Los salarios resultaban bajos y las condiciones extenuantes, lo que generaba un gran descontento entre los trabajadores. De esta manera, ETTORE MATTEI, un anarquista italiano, decidió organizar a los panaderos para crear el primer sindicato en el país. Junto a ERRICO MALATESTA, otro italiano y teórico del anarquismo moderno, creó el 4 de agosto de 1887 la Sociedad Cosmopolita de Resistencia y Colocación de Obreros Panaderos. A lo largo de los años, el dúo y su grupo protagonizaron diferentes protestas y huelgas en búsqueda del reconocimiento de sus derechos y mejores condiciones de trabajo. Sus principios se basaban en la solidaridad y resistencia, a través de la acción directa y paros laborales para reclamar sus necesidades. Desde 1894 hasta 1930, esta sociedad publicó EL OBRERO PANADERO, un periódico que se encontraba bajo la dirección y edición de Mattei. Actualmente, la Sociedad Cosmopolita de Resistencia y Colocación de Obreros Panaderos no se encuentra en actividad. Sin embargo, desde 1957, en un proyecto impulsado por el Congreso de la Nación, se la recuerda en el Día del Panadero. Hoy en día existen muchos sindicatos de panaderos en diferentes localidades y puntos del país. Asimismo, la Federación Argentina Unión Personal Panaderías y Afines (FAUPPA) y la Federación Argentina de la Industria del Pan y Afines (FAIPA), son los entes reconocidos por el Gobierno de la Nación para pactar mejoras salariales y laborales en este sector.
UN DATO CURIOSO: SIGNIFICADO DE LOS NOMBRES EN REPOSTERIA
Las masas y piezas de reposteria en la Argentina reciben el nombre de FACTURAS y tienen nombres muy particulares. Esos nombres no son casualidad, sino que son pequeños “cañoncitos” cargados con significados, burlas y homenajes que tienen como objetivo demostrar la ideología original del sindicato. Es por ello que los panaderos decidieron denominar a algunos de sus productos en referencia a elementos o aspectos asociados a la policía, la iglesia y el ejército.
Los más destacados son:
SACRAMENTOS: en protesta al orden eclesiástico.
BOLAS DE FRAILE o SUSPIRO DE MONJA: como burla a los religiosos.
BOMBAS: en ironía al Ejército.
CAÑONCITOS: en alusión a los cañones utilizados por las fuerzas armadas.
VIGILANTES: su forma alargada fue relacionada con los bastones o porras que utiliza la fuerza policial.
LIBRITOS: en honor a la educación.
CREMONAS: una rosca hojaldrada que si se visualiza desde arriba, puede parecer una fila de letras A, símbolo del anarquismo.
Estos nombres resultan una burla a estos sectores y con el paso de los años, fueron incluidos por las panaderías de todo el país, en las que actualmente es posible conseguir cualquiera de estos productos.
Las panaderías son tradición fundamental de la vida cotidiana en las distintas ciudades y pueblos argentinos. En ellas se compra el pan para acompañar las pastas o el asado y también muchísimas preparaciones dulces, perfectas para comer mientras se toma mate. Las panaderías de pueblos y ciudades son comercios donde los productos se elaboran en hornos industriales a gas, mientras que en el campo los panificados suelen hacerse con hornos a leña. Estos hornos levantan altas temperaturas y, al usar leña, les dan a los panes un sabor muy particular.