Un valioso artículo de TUDOR VINTILOIU publicado por WORLD BAKERS lo consideramos una herramienta de gran ayuda para mejorar la calidad de los productos que nuestros panaderos elaboran. Dice “La calidad, en el contexto de los productos horneados, es una tarea multifacética. Abarca el perfil de sabor, donde los matices de sabor deben alinearse o superar las expectativas del cliente. La textura es de igual importancia y requiere la estructura exacta de la miga, el grosor de la corteza y el contenido de humedad, una y otra vez. El aspecto visual también juega un papel fundamental. La uniformidad en tamaño, forma y color es un requisito previo para una presentación atractiva. Y luego está la cuestión de la vida útil, donde mantener la frescura a lo largo del tiempo se convierte en la piedra de toque de la calidad. La propia naturaleza de los productos horneados y su vida útil limitada en comparación con otros productos alimenticios, como los platos preparados o los productos enlatados, por ejemplo, significa que los panaderos deben tener un conocimiento profundo de los factores clave que influyen en la calidad de su producción. 

La gran variedad de productos horneados disponibles hoy en día, desde panes y bollos hasta muffins, pasteles, tartas y galletas, y la cantidad de ingredientes diferentes y procesos especializados que requieren, significa que garantizar la más alta calidad del producto final puede ser todo un desafío para los panaderos. La calidad de las materias primas, la eficiencia de los equipos, el saneamiento y la higiene, sin mencionar el conocimiento y la competencia del personal de la panadería, tienen un papel que desempeñar en el logro de la calidad. Y en términos de procesos, la manipulación durante la mezcla, la fermentación, el horneado, el enfriamiento y el almacenamiento después de la producción pueden tener un impacto significativo en la calidad general del producto. Para trazar un rumbo hacia la entrega constante de productos horneados de calidad, los panaderos profesionales se embarcan en un viaje estratégico.

TENER UNA ESTRATEGIA ES IMPORTANTE

Por lo general, el primer paso consiste en forjar relaciones con proveedores confiables que proporcionen ingredientes de la mejor calidad. Estas asociaciones se fomentan para garantizar que la cadena de suministro siga siendo consistente y confiable. Las evaluaciones y pruebas periódicas de los ingredientes se convierten en una práctica estándar para mantener los puntos de referencia de calidad. La clave de su funcionamiento, sin embargo, es contar con recetas estandarizadas . Cada detalle, desde medidas precisas hasta especificaciones de ingredientes e instrucciones paso a paso, está meticulosamente documentado. Este plan se convierte en la estrella guía para todos los panaderos del equipo, lo que garantiza un enfoque unificado que produce resultados consistentes. Las rigurosas medidas de control de calidad también desempeñan un papel importante y están integradas en todos los aspectos de la producción. Se inspeccionan los ingredientes, se comprueba el equipo y se controla con precisión el proceso de horneado. Las evaluaciones sensoriales se convierten en la prueba de fuego, evaluando el sabor, la textura y la apariencia en cada paso. Tampoco se puede pasar por alto la inversión en formación del personal. 

Dotar a los empleados de las habilidades y conocimientos necesarios para ejecutar las recetas sin problemas es un compromiso continuo. Sesiones periódicas de formación y cursos de actualización son parte del curso. Los panaderos profesionales buscan activamente comentarios , tanto de su personal como de sus clientes. Estos aportes se tratan como un recurso valioso para identificar áreas propicias para mejorar. La búsqueda de la excelencia es un proceso dinámico que evoluciona constantemente para alinearse con las cambiantes preferencias de los consumidores.  Es necesario mantener unos estándares impecables de higiene y saneamiento con un compromiso inquebrantable. Se establecen estrictos protocolos de limpieza y se cumplen con diligencia las normas de seguridad alimentaria, garantizando la seguridad de todos los productos. Los procesos de producción de la panadería también están optimizados para lograr eficiencia y precisión. Por lo tanto, se emplean herramientas y equipos de precisión para minimizar las variaciones. La automatización, cuando corresponde, se convierte en la piedra angular de la coherencia, especialmente en operaciones a gran escala. Debido a que la competencia es tan feroz, ningún detalle es demasiado pequeño. Incluso el embalaje y la presentación se consideran meticulosamente. Los envases de calidad no sólo preservan la frescura sino que también mejoran el valor percibido de los productos. Para aquellos que buscan diferenciarse aún más, las certificaciones y respaldos de la industria sirven como faros de confianza, indicando un compromiso inquebrantable con la calidad. La transparencia se convierte en una herramienta para generar confianza y lealtad. Educar a los clientes sobre el abastecimiento, los métodos de producción y los procesos de garantía de calidad fomenta una conexión más profunda.”

Artículo de TUDOR VINTILOIU publicado por WORLD BAKERS